-Ainoa¿Estás bien?-me pregunta Cristina mirandome preocupada.
-Sí,sí, son las nueve, hemos quedado a las nueve y media.Bien. Respira Ainoa, respira.-hablo como si de una loca se tratara
-Ainoa-me llama Cristina.
-¿Si?-digo mirándola a los ojos.
-Estás...palida.
-¡Que raro!-ironizo.
-Lo digo enserio, mirame-me pide.La miro.-Estás nerviosa.-deduce.
Pongo cara de preocupación.
-No...-me doy la vuelta-Sí...porque...porque esto no es una buena idea, va a salir mal, todo mal, si, todo mal, no puede ser, va a salir mal, esto va a salir mal, seguro.
Miro a Cristina. Veo que me va a decir algo pero en seguida suena mi móvil. Corro y lo cojo.
-¿Sí?-pregunto al descolgar el teléfono.
-Ainoa, hola soy Javier.
-Javier...-digo aliviada-Espera, no recuerdo haberte dado mi número.
-Contactos.-hace una pausa.-Olle, ¿estás bien?
-Sí...No...-digo nerviosa.
-Ainoa
-Sí
-Todo va a salir bien.
-NO, no va a salir bien, esto ha sido una mala idea, muy mala idea.
-Te quiero-me dice con eterna dulzura.
Siento que me derrito.
-Yo también te quiero.
-¿Confías en mi?
-Confío en ti.
-Respira hondo y relájate.
-Vale.
Cuelgo. Voy corriendo al baño y me peino el pelo con el que he hecho un semirecogido y me arreglo el maquillaje. Me aseguro que cada parte de mi cuerpo está perfecta para una cena. Respiro hondo y salgo del baño con una sonrisa.
-¿Lista?-pregunta Diana.
-Lista.-respondo.
-Bien, son las nueve y veinticinco asique vamos.
Asentimos todas y salimos de la habitación. Nos dirigimos al ascensor. Bajamos. Vamos al comedor. En la puerta ya están nuestros padres conversando con los de Javier. Veo a Javier y a su hermano. Diana va en seguida a saludar y presentarse. Me quedo un momento quieta mirando el panorama con preocupación. Cristina me apreta el hombro. Voy hacia las dos familias. Javier me sonríe en cuanto ve que me acerco, pero me acerco primero a sus padres. Les muestro la sonrisa más encantadora que puedo dar en ese momento.
-Hola Ainoa-saluda alegre su padre.
-Hola-saludo yo.
Nos damos dos besos. Después veo que su mujer me recibe con una cálida sonrisa.
-Hola, soy Ainoa-digo.
-Hola, yo soy Carmen-dice encantadora.
Nos damos dos besos. Después me dirijo hacia su hermano que está con Diana, muy pegados he de comentar.
-Hola-me saluda-Soy Julio.
-Hola, yo Ainoa-le sonrio pero cuando le voy a dar dos besos susurro en su odio disimuladamente:-Hazla daño y estás muerto.-Le doy los dos besos y vuelvo a mi sonrisa de antes. Pero mi sonrisa se ensancha cuando es el turno de saludar a Javier.
Voy a darle un beso en la boca pero me da uno en la mejilla. Me quedo desconcertada.
-Están nuestros padres acechando, hay que ser disciplinados-me susurra disimuladamente.
-De acuerdo- sonrio.
Me sonríe a mi vez. Me coge de la mano como gesto de apoyo. Nuestros padres entran y nosotros les seguimos. Hay una mesa enorme para los nueve que somos y oigo que mi padre y su padre lo comentan. Nos sentamos y vamos a por la comida mientras los padres van a por las bebidas.
Mientras cojo la comida me encuentro con Amanda.
-¡Amanda!-saludo.
-¡Ainoa!-Nos damos dos besos.-He visto tú panorama¿Llegarás al concierto?
-Por supuesto-digo con una radiante sonrisa.
-Vale, pues te dejo con tu cena de presentación-me dice con tono burlón.
Termino de coger la comida y me siento en la mesa. Me toca al lado de Teresa y al otro lado Clara, ya que me va tocar ayudarlas con la comida puesto que mis padres estás hablando entretenidamente con los de Javier y parece que se han olvidado de todo.
Ayudo a Teresa con la cena. Se ha cogido patatas y un filete fino y blando como el mio. Se lo parto en trocitos, al igual que las patatas y después ayudo a Clara a partirse lo suyo, que es lo mismo que lo de Teresa. Cuando termino empiezo a cenar. Teresa me coge el vestido para llamar mi atención.
-¿Qué te pasa?-pregunto con cariño.
-No quiero más.-me dice con los ojos llorosos.
-¡Oh! ¡Mi pequeña!No has comido tanto¿ves? Y mira...¡dios mio, Teresa!¿No lo ves.-digo con entusiasmo.Niega con la cabeza- Mira tú cena, se convierten el aviones.-hago una pausa al ver que los mira interesada- Teresa, se le ha asignado una misión.-digo como un jefe soldado- Estos aviones tienen que llegar a su estómago antes de que la fortaleza blanca sea atacada.
-Sí, señora-dice llevandose la mano a la cabeza como un soldado.
-Comencemos.
Le meto los trozos en la boca. Cuando ya se a tomado la mitad digo:
-Soldado Teresa, el general se retira, está agotada, deberá cumplir usted solo su misión, confío plenamente en usted.-me llevo una mano a la frente.
-Sí, señora-ella también se la lleva.
La observo mientras se come los trozos que la quedan y sonrío. Levanto la vista y veo que todos me observan y que practicamente no han tocado su cena. Me sonrojo. Me han estado observando todo el tiempo que he empleado en Teresa para que se comiera su cena.
Teresa me vuelve a tocar el vestido.
-¿Soldado?-pregunto seria pero con una sonrisa en la cara.
-General.¿De postre...?-empieza preguntando pero calla al darse cuenta también de que todos la observan con interés.
-Si cumple su misión habla un helado de fresa y nata, soldado, claro que lo habrá.
Sonríe y "sigue cumpliendo su misión". Vuelvo la vista y me siguen mirando.
-Es la única cosa que la hace comer cuando dice que no quiere más porque no tiene hambre aunque no haya comido-explico.
-Asombroso-resume Carmen.
Sonrío y me como mi cena. Cuando Teresa termina me coge del vestido y me pregunta por su helado. Como ya he acabado la acompaño a por su helado. Llegamos a la máquina donde están los helados. La voy a coger el de fresa y nata pero me dice que lo quiere coger ella. La cojo y recoge su helado, uno de vainilla para mí y uno de chocolate, que no se para quien es. Cogemos tres cucharillas. Antes de sentarse en su sitio da el helado de chocolate y una cucharilla a Clara y un beso, acto seguido se sienta en su sitio y me pone en mi sitio mi helado y mi cucharilla. Sonrío y me siento en mi sitio. Todos la miran embobados. Sonrio con más intentisad. Miro a Javier que se ha quedado mirándome. Me guiña un ojo. Le mando un beso disimulado. Sonreimos.
Terminamos de cenar y nos despedimos.
-Ainoa-me llama Javier. Me doy la vuelta ya que ya me iba yendo hacia el ascensor.Sonrío.-No ha estado tan mal.
-Cierto, menos mal que confié en ti, pero imaginate si hubiera salido mal, ¿Qué pasaría entonces?-digo con una media sonrisa.
-No sé, puede que te enfadaras conmigo-dice mientras se va acercando a mi- o que me odiaras por el desastre de cena...Pero...-le observo interesada para ver lo que va a decir, entonces me besa. Correspondo al beso. Oímos que alguien carraspea. Nos separamos. Nuestras dos familias han estado observando el panorama. Bien por mi. Me alejo roja como un tomate al ascensor. Me giro para ver como se va hacia la salida del hotel, el se gira en el mismo instante que yo y nuestras miradas se cruzan. Mi ascensor se cierra y subimos a la habitación. Mis padres comentan la cena felices. Cada uno se mete en su habitación.
-¡Dios mio!-dice Diana- Menuda cena, que fuerte.
-Se llevan genial-dice Cristina.
-Menos mal.-comento aliviada.
Voy hacia el armario donde hay cosas colgadas, cosas que se puedan arrugar facilmente y cojo una falda. De la maleta saco una camiseta.
-¿Qué haces con eso?-pregunta Cristina.
-Ahora tengo una fiesta.-digo mientras me cambio.
-¡¿Qué?!¿Enserio?-casi grita Diana.
-Sí.-digo tranquila.
-No me lo puedo creer.¿Por qué siempre tú?Siempre quedas con Javier y o te lleva a un sitio genial o a fiestas o...
-No voy con Javier-la interrumpo- Voy con Amanda.
-Tiene mucho morro guapa-dice Diana casi enfadada.
Llaman a la puerta.
-Voy yo- dice Cristina.Va hacia la puerta y la abre. Se olle que habla con alguien- ¡Diana!-grita.
Diana va hacia la puerta malhumorada pero cuando ve quien hay en la puerta se queda petrificada.
-Diana¿ Qué pasa?- digo preocupada al verla así.
Voy hacia ella y veo que en la puerta está Julio.
-Hola-saludo incómoda.- Diana-digo disimuladamente mientras la doy en el brazo.
-Hola Julio-saluda tensa.
-Hola...venía...por si...te apetecía dar una vuelta conmigo...he oído que hay una fiesta en la playa-dice medio tartamudeando.
Me quedo yo petrificada. Mi hermana pequeña va a ir a la misma fiesta que yo. Genial.
-¿Qué hora es?-pregunto instintivamente. La fiesta es a las once y media.
-Son las once, pero es por dar antes una vuelta-comenta Julio.
-Vale, esperame en la entrada del hotel que me tengo que cambiar-dice Diana feliz.
-Vale.
Se va y Cristina cierra la puerta.
-Genial-comenta Cristina.
-Cristina te iba a decir que te vinieras conmigo a la fiesta pero...¿donde dejamos a Teresa?-digo culpable.
-Da igual, me quedo yo con ella-dice apenada.
-Lo siento-dice Diana.
-¿Y tú? Vas a ir a la misma fiesta que yo.¡Enana!-digo con seriedad
-NO es mi problema, y ahora si no os importa me voy a cambiar.-sonríe y se va hacia el armario
Voy al baño indignada y me rotoco el maquillaje. Salgo. Voy a acostar a Teresa. La meto en la cama.
-Cristina,¿te importa contarla un cuento?Van a ser y cuarto y me voy a tener que ir.-la pregunto.
-Vale-dice y se tumba al lado de Teresa.
Diana se va.
En unos minutos llaman a la puerta. Es Amanda. Salgo cuando veo que Cristina está contando el cuento, y Teresa escucha con interés.
Llegamos a la fiesta pasadas las once y media y ya ha empezado. La playa está con antorchas y hay algunas hogueras. De las antorchas cuelgan lazos de colores. La gente se reúne por grupos y hacen lo que les da la gana. Amanda y yo nos sentamos solas cerca de la orilla del mar. Me quito las manoletinas que me he puesto.
-¿Nos bañamos?-sugiere Amanda.
-No sé, está totalmente oscuro y no se ve nada, ¿no te da cosa?-digo reacia.
-Las cosas solo se viven una vez en la vida, y la vida son dos días.-dice pensativa.
-Vale-digo no muy convencida.
Vamos hacia el agua. Dejo que el agua acaricie mis pies. No está fría, de hecho está muy buena. Nos vamos metiendo más dentro. Llega un momento en el que ya me he mojado la falda y el agua me llega por la cintura.
-Menuda fiesta-comento burlona.
-Siempre había querido hacer esto y yo me esperaba otra cosa de fiesta ¿sabes?-dice sonriendo.
Nos metemos más adentro y cuando casi nos cubre nadamos hacia donde no hacemos pie. Reimos y nos salpicamos. No nos damos cuenta de que nos estamos adentrando demasiado. Una ola me arrastra a un metro de Amanda.
-Deberíamos volver-comenta Amanda entre el ruido de las olas.
-Sí.-digo antes de que una ola me lleve al fondo del mar.
Nadamos hasta que conseguimos hacer pie. Las olas son bastante fuertes. Nos cubre por los hombros. Amanda avanza hasta que el agua la llega por la cintura. De repente una ola me traga. Amanda grita mi nombre. Consigo salir a la superficie pero no hago pie. Otra ola me traga y me lleva hasta el fondo. Intento nadar hacia la superficie pero las corrientes submarina me llevan una y otra vez la fondo. Me estoy quedando sin respiración. Salgo a la superficie y veo lo lejos que estoy de la orilla.Intento nada pero otra ola me traga. Amanda grita mi nombre y pide ayuda. Sigo en el fondo del mar y me estoy quedando sin respiración. Mis esfuerzos de salir a la superficie son nulos. Llega un momento en el que pierdo el conocimiento.Mi último pensamiento va dedicado a Javier.
Mis pulmones se llenan de aire. Toso todo el agua que me ha entrado antes de abrir los ojos. Cuando los abro veo a Javier mirándome aliviado pero preocupado y quizás algo enfadado. Amanda está a su lado y tiene los ojos llenos de lágrimas. Diana también está y también llora. Se me quedan mirando. Vuelvo a toser y me incorporo. Seguimos en la playa y estaba tumbada en la arena Hay demasiada gente a mi alrededor. Me agovio con demasiados ojos puestos en mi.
-Me agovio-digo con un hilo de voz.
Vuelvo a toser. Javier indica que se vallan, ya que me agovian. Me mira lentamente y después me abraza demasiado fuerte para mi gusto. Sonrio cuando nos separamos.
-Lo siento Ainoa, lo siento, no deberíamos habernos bañado.-dice Amanda preocupada y sin dejar de llorar.
-Las cosas...solo se viven...una vez...en la...vida...yo está vez...casi...me ahogo...y también...me he bañado de noche...en el mar.-mi voz suena ronca y muy baja. Vuelvo a toser.
-¡¿Cómo se te ocurre?!¡¿Eres tonta?!¡¿Suicida?!¿En que estabas pensando?-grita Diana mientras lagrimas caen de sus ojos.
-Lo siento-digo sonriendo.
Me intento levantar. Al principio con la ayuda de Javier bien pero entonces me mareo y si no llega a ser por él me caigo al suelo. Me coge en brazos. Entierro mi cabeza en su pecho y cierro los ojos.
Despierto cuando me acaban de dejar en la habitación. Diana acaba de salir del baño. Me mira con una expresión indescifrable.
-Lo siento-digo.
-Lo he pasado fatal-dice acercándose a mi.
-Lo sé, fui muy estúpida bañandome de noche y alejándome tanto.
Asiente. Me abraza. Se mete en su cama y yo me duermo esperando el día siguiente.