Segundo día de playa.Todavía estaba criticando al subnormal de Javier. Dios.Me sacó de quicio ayer.
-Ainoa, vamos, tenemos que desayunar.-gritó Diana.
-Ya vooooooooy-grité.
Me tenía que poner algo porque solo llevaba el bikini puesto.
Abrí mi maleta. Iba a ponerme la camiseta que me puse ayer con unos pantalones cortos vaqueros.
-¡Mierda!-grité.
No me había dado cuenta de que el tirarefrescos se chocó contra mi y me manchó con su refresco.
-¿Qué pasa ahora?-mi hermana Diana se estaba impacientando.
-¡Que ahora no me puedo poner mi camiseta favorita para ir a la playa porque el gilipollas de Javier me tiró su refresco encima!-grité enfadada.
-Joder, pues ponte otra. Te has obsesionado con él. Enserio no dejas de criticarlo. Seguro que encima te gusta.-hizo un gesto de desprecio.
-Sí, ¿por qué no?-dije sarcástica.
Me puse otra camiseta y bajamos a desayunar. Llevé a Teresa de la mano porque si no, podía irse por cualquier sitio y perderse por el inmenso hotel. En la puerta del comedor estaba nuestro padre esperando asique supusimos que mamá y Clara ya había cogido mesa. Entramos y desayunamos todos juntos.
Después de desayunar fuimos a la playa. Allí nos pusimos en un sitio libre que había. Nada más llegar nos bañamos todas juntas ya que mi padre se quedó leyendo el periódico en un silla que llevamos bajo la sombrilla. Antes de bañarnos hinchamos las colchonetas con formas de animales para Teresa y Clara y las colchonetas normales de colores para Diana, Cristina y para mí.
Después de bañarnos nos tumbamos en las toallas. Teresa se puso a gimotear porque quería un helado y me tocó acompañarla junto con Clara que también se encaprichó de que quería uno.
Al volver del chiringuito, a medio camino iba asintiendo sobre todo lo que me estaba contando Clara que la verdad no tenñia ni idea ya que había perdido el hilo de la conversación hace bastante.
De repente noté el cuerpo de alguien chocando contra en mio y su fría bebida caendo sobre mi cuerpo. Genial. Miré hacia arriba y vi el rostro de alguien ya conocido para mi.
-¡Joder!-gritó.-¡Mierda!
Se paró de repente para mirarme y se quedo asombrado.
-Hombreeeeee...-dije yo con una sonrisa forzada.-¿Que ha sido esta vez?¿Un cubata?-dije sarcástica.Entonces me puse seria y noté que me ponía roja por el enfado- ¡Primero me manchas mi camiseta preferida y ahora mi bikini preferido!¡Genial!¡ Avisame la proxima vez que me vallas a tirar algo para que me ponga lo que menos me gusta!-grité.
-¡Anda Ainoa!Yo también me alegro de volver a verte-dijo con chulería.
Su torso desnudo relucía a la luz del sol y por un momento me quedé mirando sus abdominales marcados. Volví a la realidad.
-S-si-dije.
-¿Qué?-dijo Javier confuso.
Entonces me fui arrastrando casi a Teresa y a Clara de la mano. Esta vez estaba colorada pero no por estar enfadada.
Cuando llegamos a donde estaba el resto de la familia todos me miraron sorprendidos.
-Estas...roja-dijo Diana confusa.
-Tengo...calor-dije.
-Aaah...-dijo aún mirando.
Todos dejaron de mirarme.Entonces Teresa soltó:
-Javier la a vueto a tidar un refreco.
Todos la miramos asombrados. Entonces sin poder ocultar más la vergüenza fui a bañarme para bajar también la temperatura de mi cuerpo.
Allí vi a Javier metiendose en la playa a lo lejos. Sonreí pero enseguida me puse seria.Genial. Esto no podía ir peor. Suspiré.